Carmen no puede más con la angustia, se mantiene llorando en una banquita del parque “presagio” ubicado en el centro de san Martín de Porres, la lluvia no ayuda para levantar el ánimo. Su hijo desapareció hace casi dos meses, típico chibolo coquero mal influenciado por los tíos del barrio, cuya rutina consiste en coca, putas y cervezas en la esquina, viven a sus mujeres y maltratan a sus hijos. Hay un hombre de la “vieja escuela” se llama Jaime y es considerado el “man” de san Martín y sus alrededores, abastece a grandes y chicos, lo más vendido son el terocal, la marihuana y la coca. Jaime se tiñe el pelo una vez al mes en LUISA STYLE para ocultar las canas, siempre se ha rumoreado que es del otro bando pero nunca se ha confirmado. Estuvo preso 2 años por agarrarle los testículos a un menor de edad, pero salió bajo fianza, así es el Perú pues, con la plata baila el mono.
David ha desaparecido hace 8 meses, nadie sabe nada de él. Al segundo mes, Carmen sospechaba de Jaime, ya que en varias ocasiones, veía que Jaime lo abrazaba en las esquinas y paraba mucho tiempo conversando con su hijo, por ello decidió enfrentarlo. Tocó el timbre la casa, sus manos sudaban, pero tenía que sacarse la duda, Jaime fue muy déspota con ella la agarró fuerte del brazo y la tiró a la pista. “Yo no sé nada de tu mocoso Carmen, a mí no me culpes de tus fracasos como madre, no estoy para tus estupideces vieja mal oliente”. Hace poco la policía fue registrando más desapariciones del barrio, así que decidieron retomar con fuerza la investigación.
“Estoy en una habitación dándole vueltas a esta situación, como solucionar una vida llena de errores, como aliviar las penas que considero eternas, como aprender a dar cariño si nunca lo recibí, hoy mismo acabo con este martirio, mi vida fue un engaño y espero que mi verdadera felicidad por lo menos empiece con mi muerte. Como desearía retroceder el tiempo y no haberla cagado, ¿estarán preocupados por mí en casa?, no lo creo. Parece que alguien ya llegó al departamento, tiran la puerta, escucho pasos, puta madre, ojala que no empiece todo de nuevo, estoy harto que me utilicen así, prefiero morir, pero no puedo contra esta adicción, que rico se siente, es como si mi alma fuera libre, como si pudiera salir de mi cuerpo, de mis problemas hasta de mis anhelos imposibles. ¡Carajo! Ahí viene El Tigre, con que cochinada me vendrá ahora, tengo miedo. Te amo mamá, a menudo le pregunto al tigre como estás, ya me contó que tienes otro hombre y atiendes a sus hijos, que ya te olvidaste de mí, él dice que si vuelvo sería un estorbo para ti, espero que me sigas recordando. . ¡Carajo! Ahí viene El Tigre.”
Ayer por la tarde arrestaron a Jaime Perez-Ruiz alias El Tigre, un narcotraficante y proxeneta de jovencitos que tenía un departamento en el 3er piso de la discoteca downtown para homosexuales de Miraflores, el problema es, qué aún no sabemos anda de David, el tigre drogaba a los jóvenes y los vendía a sus consumidores. Encontramos botellas de licor y fotos de hombres besándose, nada indica que hayan ocurrido homicidios, hay muchísimos objetos punzocortantes pero nada indica que se hayan utilizado. Hay indicios de un forcejeo, hay gotas de sangre seca, si seguimos caminando encontramos manchas cada vez más grandes, hasta que llegamos a una habitación, donde huele espantoso y es la más oscura, hallamos a 4 jovencitos dormidos, y una soga suelta llena de sangre.